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Veredas de San Isidro y Villeta en Samaná mejoran su movilidad con 200 metros de placas huella

En “Por los Caminos de Caldas” programa radial del Comité de Cafeteros de Caldas nos adentramos en una historia de trabajo colectivo, transformación rural y compromiso social. En el municipio de Samaná, en el oriente del departamento, donde dos veredas, San Isidro y Villeta, recibieron una solución concreta a sus problemas de movilidad, la entrega de 200 metros lineales de placas huella, gracias a una alianza sólida entre comunidad, administración municipal y el Comité de Cafeteros de Caldas.

Liliana Romero Obando, profesional del área infraestructura del Comité fue nuestra invitada y destacó el valor del trabajo articulado en estos proyectos: “Las placas huella en acuerdo de voluntades han sido un motor de cambio. La comunidad pone su mano de obra, la alcaldía aporta materiales a través de convenios solidarios y el Comité entrega el cemento necesario (cuatro bultos por metro lineal) y acompaña técnicamente la ejecución”.

Estas obras, además de mejorar la transitabilidad, representan una mejora directa en la calidad de vida de las familias rurales. “En San Isidro y Villeta muchas veces ni siquiera un Jeep podía ingresar por las pendientes y el mal estado de las vías. Hoy, gracias a este esfuerzo conjunto, es posible transportar café y otros productos con mayor facilidad y seguridad”, señaló Liliana.

Uno de los mayores retos técnicos se presentó en la vereda Villeta, donde se construyó una placa huella en una curva cerrada y con una pendiente exigente. Esa obra implicó adecuar también el ingreso a una batea. “Aunque fue compleja, se logró con el ingenio y compromiso de la comunidad”, explicó Romero. La durabilidad también es una prioridad, si se siguen las instrucciones técnicas, estas placas huella pueden permanecer en buen estado por 15 o incluso 20 años.

Este proyecto de infraestructura rural sigue ganando fuerza. En este momento se tienen compromisos con al menos 17 municipios del departamento. Algunos ya han terminado tramos, otros están en ejecución. “El interés es muy grande y el recurso limitado, pero seguimos avanzando”, aseguró la profesional del Comité.

Durante la conversación también se rindió homenaje a don Hernán Echeverri, líder cafetero del municipio de Samaná, recientemente fallecido. Su gestión incansable fue clave en la consecución de muchas de estas obras. “Don Hernán fue un gestor comprometido y constante. Siempre estuvo en comunicación con las alcaldías y las comunidades para sacar adelante las placas huella en su municipio”, recordó Liliana con gratitud.

Y como si fuera poco, este jueves se inauguró una planta clarificadora de agua en la vereda Buenavista del municipio de Supía, otro esfuerzo del Comité junto con la administración municipal para mejorar las condiciones de vida en zonas rurales. Aunque no convierte el agua en potable, sí mejora significativamente su calidad para el consumo humano.

Desde “Por los Caminos de Caldas” seguiremos contando estas historias de infraestructura que, más que cemento, aportan a construir esperanza en el territorio caldense.