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Crónica Edelmira Arias, una vida de café, compromiso y ejemplo a sus 98 años

En el corazón de Palestina, Caldas, el café no solo se cultiva en las tierras, sino también en el alma de quienes han dedicado su vida a esta noble labor. Entre ellos, brilla con luz propia la historia de doña Edelmira Arias, una mujer que durante la presente semana celebró sus 98 años, símbolo vivo de entrega, tenacidad y amor por la caficultura.

El Comité de Cafeteros de Caldas, junto a sus alianzas interinstitucionales, trabaja incansablemente para mitigar las necesidades de los productores del departamento. Pero en esta ocasión, el espacio se abrió para rendir homenaje a una de las grandes matronas del café, una mujer que no ha dejado de batallar ni un solo día por su comunidad y la institucionalidad cafetera.

María Mercedes Cuartas de Mejía, representante en el Comité Departamental y quien ha compartido años de trabajo junto a Edelmira en el Consejo Participativo de Mujeres Cafeteras de Palestina, rememora con cariño su incansable compromiso. “Era la primera en llegar a las reuniones, nunca faltaba, siempre atenta y puntual. Su entrega y cariño eran totales. Nos contagió ese deseo profundo de trabajar por la comunidad y por el bienestar de los caficultores”, destacó en el programa radial Por los Caminos de Caldas del Comité de Cafeteros. 

Doña Edelmira, mujer de perrenque, como la describen con admiración, es un ejemplo de lucha y dedicación. A pesar de haber criado una familia, nunca se apartó de su finca ni de sus responsabilidades. Hoy, vive en su tierra, bien cuidada, manteniendo intactas sus facultades y sigue siendo inspiración para quienes la conocen.

El Consejo Participativo de Mujeres Cafeteras de Palestina fue el escenario de su celebración, donde se resaltó no solo su edad, coincidente con la de la Federación Nacional de Cafeteros, sino también la elegancia y el orden que siempre la caracterizaron. Edelmira, con su discreto maquillaje y vestimenta impecable, dejó una huella imborrable en quienes trabajaron a su lado.

Para las nuevas generaciones de mujeres cafeteras, María Mercedes tiene un mensaje lleno de esperanza y perseverancia: “Crean en el campo, hagan las labores con cuidado, tengan mente positiva y no dejen de capacitarse. El café es un cultivo que tiene altibajos, pero con esfuerzo y la guía del servicio de extensión, los cultivos responderán”,  resaltó la representante cafetera. 

Además, destaca los programas de incentivo a la renovación que ofrece el Comité de Cafeteros de Caldas, como la entrega de colinos de la chapola, una variedad resistente y de alta calidad que promete fortalecer las fincas y el futuro de esta tradición.

“Hay que cuidar el café, aplicar buenas prácticas en el cultivo y en el beneficio, y para quienes quieran ir más allá, capacitarse para agregar valor y vender su propio café”, concluye María Mercedes, evocando el legado y la pasión de doña Edelmira.

Así, mientras el Comité de Cafeteros de Caldas se prepara para celebrar sus 98 años en agosto, el ejemplo de mujeres como Edelmira Arias recuerda a todos que la caficultura es mucho más que un oficio: es historia, identidad y lucha constante por un futuro digno para quienes la cultivan.