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La especulación sacude el precio del café: un llamado a la calidad y la resiliencia del caficultor colombiano

En una conversación franca y oportuna con el representante por Caldas, ante el Comité Directivo y Nacional de la Federación Nacional de Cafeteros, Eugenio Vélez Uribe, se analizó el reciente comportamiento del precio del café, un tema que hoy inquieta a los productores.

Durante las últimas semanas la carga de café ha bajado más de 400 mil pesos, un fenómeno que tomó por sorpresa incluso a los analistas más experimentados del sector. “Tenemos un escenario mundial equilibrado en cuanto a consumo y oferta, incluso con inventarios históricos bajos. Sin embargo, el precio ha caído por factores especulativos en los mercados internacionales”, explicó el doctor Eugenio.

Entre las causas más significativas, se menciona la influencia de conflictos internacionales, como el reciente enfrentamiento entre Israel e Irán, que generó volatilidad no sólo en los mercados energéticos, sino también en los agrícolas. Sumado a ello, las variaciones climáticas en Brasil — competidor de Colombia— han sido foco de rumores y apuestas en las bolsas de valores, afectando directamente el precio del grano.

“No estamos frente a un problema de producción ni de demanda. Lo que está afectando el precio es la especulación, que ha hecho que el mercado reaccione de manera exagerada ante cualquier noticia”, advirtió el directivo. A pesar de que se esperaba una recuperación del precio tras una pequeña alza por reportes climáticos en Brasil, la caída fue inmediata al conocerse que las temperaturas no serían tan bajas como se temía.

Frente a este panorama inestable, el llamado es claro: apostarle a la calidad. “Ese ha sido y seguirá siendo el mensaje: calidad como ventaja competitiva. A pesar de los altos costos de producción en Colombia, lo que nos diferencia del resto del mundo es nuestra calidad. Es lo que reconoce y paga el mercado”, enfatizó el doctor Eugenio Vélez Uribe.

En medio de esta coyuntura, se celebra también una noticia positiva: el café fue declarado oficialmente Bebida Nacional de Colombia. Un reconocimiento que, más allá del simbolismo, conlleva compromisos concretos. El proyecto de ley aprobado contempla incentivos al consumo interno, un fondo de apoyo a la vejez del caficultor financiado por los propios consumidores, y la priorización del café de pequeños productores en las compras públicas.

“El reconocimiento del café como bebida nacional es un paso importante para visibilizar el valor de este producto y el esfuerzo de sus cultivadores. Además, incorpora medidas sociales claves como la protección del caficultor en su vejez, un tema históricamente postergado”, comentó el representante cafetero. 

Finalmente, la conversación cerró con un homenaje a la Federación Nacional de Cafeteros, que este año celebra 98 años de existencia, siendo una de las instituciones más longevas y sólidas del país. “No cualquier entidad cumple 98 años. Estamos más vigentes que nunca y ya nos preparamos para celebrar nuestro centenario en dos años”, concluyó.

En momentos de incertidumbre el mensaje para el caficultor colombiano es de resistencia, calidad y unión gremial. El café sigue siendo un emblema nacional, y ahora, más que nunca, su defensa comienza en el terreno, con buenas prácticas agrícolas y se extiende hasta las mesas de millones de consumidores, dentro y fuera del país.