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Salamina celebra su Bicentenario: 200 años de historia, café y cultura en el corazón del Paisaje Cultural Cafetero

Este año Salamina conmemora dos siglos de historia como una de las joyas patrimoniales más importantes del país. Fundado en 1825, este municipio del norte caldense celebra su bicentenario reafirmando su legado como cuna de la colonización antioqueña, referente cultural del Paisaje Cultural Cafetero y bastión de la caficultura colombiana.

Desde sus primeros días, Salamina ha sido un punto clave para el intercambio comercial y cultural entre Antioquia y el centro del país. Su ubicación privilegiada lo convirtió en una puerta natural hacia el sur durante la expansión cafetera. Hoy, su historia se respira en cada calle, en los balcones de madera tallada, y en los relatos de generaciones que han vivido del café.

Reconocida como uno de los 17 pueblos que conforman la Red de Pueblos Patrimonio de Colombia, la llamada “ciudad luz” deslumbra con la conservación de su arquitectura tradicional, que recuerda el auge de las primeras fincas cafeteras, las trochas colonizadoras y los mercados locales que movían la economía de toda la región.

La caficultura ha sido, y sigue siendo, el alma de Salamina. Aunque el municipio ha diversificado su actividad agrícola, con cultivos de papa, plátano y caña panelera. El café continúa siendo su símbolo y su sustento. La altitud de 1.822 metros sobre el nivel del mar le otorga condiciones ideales para producir cafés suaves de alta calidad, que hacen parte del prestigio del café de Caldas en el mundo.

Más allá del cultivo, el café hace parte del tejido cultural salamineño, está presente en las conversaciones cotidianas, en las historias familiares, en las faenas de los jornaleros y en las celebraciones tradicionales. Es identidad, economía y memoria viva.

Y es precisamente esa riqueza cultural la que se expresa cada diciembre durante la tradicional Noche de las Luces y el Fuego, cuando las calles se iluminan para celebrar con alegría y orgullo el ser salamineño. A lo largo del año, otras festividades como las Fiestas del Aire, las Patronales o la Exposición Equina atraen a miles de visitantes que encuentran en Salamina no solo un pueblo hermoso, sino una comunidad vibrante y profundamente enraizada en sus tradiciones.

Hoy, al cumplir 200 años, Salamina no solo mira hacia atrás para honrar su historia, sino que proyecta un futuro comprometido con la protección de su patrimonio, el fortalecimiento de la caficultura y la promoción de su cultura como motor de desarrollo.